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Políticos Pirómanos y un montaje policial

 

Alsasua se encuentra en el punto de mira, gracias a la actitud incendiaria de la derecha Española (Ciudadanos, Vox y PP). El pasado domingo, dichos partidos encabezados por Albert Rivera, realizaron en la localidad Navarra un acto homenaje a la Guardia Civil y la Unidad de España. Esto desembocó la indignación de los habitantes, quienes decidieron generar un estruendoso ruido que impidiese a los simpatizantes de la organización política escuchar a su representante. Pero ¿por qué se trata de provocación? Para comprender bien el caso, debemos trasladarnos a la noche del 15 de Octubre de 2016. Durante las fiestas de Alsasua, coinciden a las 4 de la mañana unos guardias civiles fuera de servicio con unos jóvenes que, supuestamente, agreden a los policías de forma multitudinaria. Sin embargo, lo curioso del caso es que, a pesar de que en los informes médicos no muestran tan siquiera hematomas en los cuerpos de los agentes (ni de ataque ni defensivos), que sería lo habitual tras una paliza de este tipo, a los ocho denunciados se les asignó una pena de terrorismo. Además, se publicaron diversos vídeos grabados tras el enfrentamiento, donde se veía a los Guardias sin ningún indicio de haber sido golpeados. Pero ¿cómo se vinculó al caso con rebelión? Asegurando que algunos de los jóvenes eran simpatizantes de OSPA (organización que pide la desaparición de la presencia policial en Alsasua) y dando por hecho así que son pro ETA.

Las irregularidades del Juicio del Caso Alsasua fueron varias. Para empezar, utilizar el concepto “terrorismo” es hablar con palabras mayores, más aún en una provincia que continua con muchas heridas abiertas por ello. Juristas reconocidos, como Baltasar Garzón, aseguraron que se estaba banalizando el terrorismo al calificar como ello sucesos que no lo son. Europarlamentarios, la Audiencia de Navarra y más de 200 juristas de universidades mostraron su rechazo a la condena, que en algunos de los casos, cuenta con hasta 50 años de cárcel. Además, la Justicia no estaba totalmente desligada a los sucesos, más bien lo contrario, puesto que la Jueza del caso fue Concejal Espejel (condecorada por la Guardia Civil) a pesar de que la defensa pidió que se le apartase de este caso. Por tanto, nos encontramos ante una situación en la que la Guardia Civil es quien denuncia y juzga.

Una vez entendido el caso, volvemos a la actualidad. ¿Qué interés tiene la derecha Española en provocar este tipo de conflictos? Teniendo en cuenta que son partidos que ganan en votos cuando el País está emergido en una situación de conflicto total, se ve más clara su intención. Parece ser que, cuando por fin nos hemos librado de una organización terrorista, hay quienes pierden rédito político y no dudan en lanzar gasolina a las cenizas.

Navarra no es la única víctima del Señor Rivera, también lo son Andalucía o Cataluña. Deberíamos preguntarnos por qué todavía hay quienes se creen este tipo de argumentarios, quizá nos falta memoria histórica cuando más la necesitamos.

 

Albert Rivera es el nuevo Ángel Acebes: uno se inventa ser apedreado por violentos pro-etarras, y otro llama ETA a un entonces ya conocido AlQaeda. El mismo perro con distinto collar.

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